Nuevo orden industrial: empresas que cambian para seguir creciendo

Hoy , pocas personas esperan trabajar para una sola empresa durante toda su carrera, pero ¿qué pasa con la idea establecida de que las empresas permanecen en un sector para siempre? El avance tecnológico nos muestra que el modelo tradicional de compañía anclada en un sector puede ser ya algo del pasado.

 |   29 de septiembre del 2021
Nuevo orden industrial: empresas que cambian para seguir creciendo

Por: Norberto Montero y Diego Taich (*)

El reciente informe «El futuro de las industrias: derribando los muros», analiza cómo el cambio tecnológico disuelve los límites corporativos entre sectores y crea la perspectiva de un nuevo orden industrial, en el que la mayoría de las organizaciones ya no operan dentro de las zonas de confort establecidas.

Es necesario que las empresas cambien el pensamiento de que pueden permanecer en el mismo sector para siempre, o incluso durante las próximas dos décadas, porque las pone en riesgo frente a competidores más flexibles. Ello puede evitarse adoptando una mentalidad que apunte más a proveer valor que implica comprender a la compañía no como proveedora de un tipo concreto de producto o servicio (energía eléctrica, gestión de registros sanitarios o componentes de automóviles, etc.), sino como una productora de valor para sus clientes y/o ecosistema en el cual opera.

La llegada del «Internet de las cosas» (IoT) representa un cambio transformador para la economía y abre un abanico de oportunidades de negocios para una gran variedad de actores que tienden a clasificarse en tres grandes categorías estratégicas, cada una de las cuales refleja un tipo diferente de empresa: los facilitadores, desarrollan e implementan la tecnología; los gestores, diseñan, crean, integran y prestan servicios de IoT a clientes y los potenciadores, diseñan sus propios servicios de valor añadido que son exclusivos del Internet de las cosas.

¿Cómo pueden las empresas crear valor en este nuevo mundo? Eso dependerá del tipo de negocio que tengan hoy, de las capacidades que puedan desarrollar para el futuro y, sobre todo, de una buena lectura para entender el significado de esta nueva tecnología.

La convergencia entre IA y IoT

El continuo avance de la Inteligencia Artificial está teniendo un impacto adicional, convirtiéndose rápidamente en algo indispensable para las soluciones de IoT donde se terminará exigiendo que casi todos los dispositivos «tontos» se conviertan en inteligentes y ahí es donde aparece la necesidad de la IA.

A medida que las organizaciones aceleran su adopción del IoT, es cada vez más claro que la IA debe desempeñar un papel fundamental en sus estrategias. IoT es principalmente datos y estos son la moneda de la economía digital y, su crecimiento en volumen es exponencial. Aun así, los datos sólo son útiles si son procesables, y para que lo sean, deben complementarse con el contexto y la creatividad. Se trata de la «inteligencia conectada», que es donde la IA y las máquinas inteligentes, entran en la ecuación.

El gran volumen de datos en expansión planteará a las empresas algunos retos clave, entre ellos:

  • – Determinar cómo gestionarlos y analizarlos.
  • – Mantener la precisión y la rapidez del análisis.
  • – Equilibrar la centralización y localización de la inteligencia: ¿cuán “inteligentes” o “tontos” quieren que sean los sensores y dispositivos?
  • – Equilibrar la personalización con la necesidad de mantener la privacidad y la confidencialidad de los datos.
  • – Mantener la seguridad frente a los crecientes riesgos y amenazas cibernéticas.

Se entiende entonces que la IA influye en las soluciones de IoT en dos dimensiones: en primer lugar, al permitir respuestas en tiempo real, por ejemplo, a través de una cámara de video remota que lee las matrículas de los automóviles o analiza los rostros; y, en segundo lugar, en el procesamiento posterior, cuando busca patrones en los datos a lo largo del tiempo y ejecuta análisis predictivos.

Pero esta dependencia también se da a la inversa ya que la capacidad de IoT para permitir la retroalimentación en tiempo real es fundamental para los sistemas de aprendizaje adaptativo, y otras tecnologías no permiten realmente este tipo avanzado de análisis.

En la actualidad, IoT sigue siendo un campo de juego muy abierto para las empresas. Es joven, heterogéneo y lleno de incertidumbre. Es probable que gran parte del trabajo inicial se centre en aumentar la eficiencia y reducir costos, pero, a largo plazo, su mayor valor consistirá en obtener un conocimiento más profundo de los clientes y ofrecerles nuevos servicios y experiencias digitales. El momento para que los líderes empresariales descubran el papel que quieren desempeñar, las capacidades que necesitarán para avanzar y los tipos de innovación que deben perseguir, es ahora.

(*) Socio de PwC Argentina, líder de Consultoría Y managing director de Consultoría en Ciberseguridad & IT de PwC Argentina. 

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Marizú Olivera Orquera

Lic en Comunicación Social, redactora y periodista. Encargada editorial en Énfasis Logística 2021.

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