La estrategia sanitaria de Chile fue modificada debido al aumento de casos. El objetivo es controlar a todos los que ingresan, mientras que desde la federación de empresarios camioneros criticaron la infraestructura del país vecino para implementar una regulación tan rigurosa.
Según Gendarmería Nacional, cerca de mil camiones se encuentran demorados en el cruce fronterizo del Paso Internacional Cristo Redentor-Libertadores, que une Mendoza con la región chilena de Valparaíso, debido a un cambio en los controles de Covid y un conflicto de funcionarios aduaneros en Chile.
En esa línea, el comandante de Gendarmería Justo José Báscolo, informó que “existen grandes demoras en la atención al transporte internacional de cargas en el complejo Los Libertadores”. ”Estas demoras obedecen a los test de antígeno que se le realiza a la totalidad de los choferes que ingresan a Chile, y también a que el resto de los servicios trabajan en turnos reducidos por el ya conocido conflicto que mantienen los funcionarios”, aseguró el gendarme.
El pasado 17 de enero, la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) mostró su apoyo al pedido de la Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza (Aprocam) para que de modo urgente se solucione la situación. La Federación está preocupada por la posibilidad de que sucedan situaciones similares en los pasos con Brasil y Uruguay ante el incremento de los contagios.
Además, Roberto Guarnieri, presidente de FADEEAC, reclamó la presencia de las autoridades argentinas, “enfatizamos la importancia de que las diferentes autoridades argentinas responsables del transporte internacional de mercaderías se involucren en el tema, ya que a raíz del aumento exponencial de los casos positivos de Covid-19 que afecta a los funcionarios asignados a los controles en frontera se producen cuellos de botella”, recalcó Guarnieri.
En tanto, desde Aprocam explicaron que el problema es que hay sólo 5 puestos para realizar esos análisis, por lo que sólo se testea, cada media hora, a 5 choferes, los que a su vez deben esperar algunas horas hasta obtener el resultado para poder continuar su camino. El último cuello de botella que tuvo lugar desde el domingo 16 hasta el martes 17 de enero, implicó pérdidas de millones de dólares para el comercio internacional, y pérdida de turnos en los buques en medio de una logística internacional por demás complicada a raíz de la pandemia, así como el impacto sobre los conductores que aguardan allí sus turnos para poder cumplir con su trabajo.
Te puede interesar: