Según un informe del Departamento de Estudios Económicos y Costos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), se evidencia una desaceleración tanto de los costos del transporte como de la inflación minorista en lo que va del año, en comparación a 2019 y 2018. Mientras en 2018, el Índice de Costos del Transporte FADEEAC (ICTF) tuvo un incremento récord del 61,5%, con el registro más alto desde 2002, en 2019 la inflación fue la más alta desde 1991, con un incremento récord del 53,8%.
Por otra parte, en los últimos dos meses de mayo y abril, tanto el ICTF como la inflación mostraron incrementos menores al 2%: 1,26% y 1,7% para los costos del transporte, y 1,5% para ambos meses en el caso de la inflación. El ICT, de esta manera, acumula, hasta mayo de este año, un incremento del 9%, mientras la inflación minorista, un 11,1%.
“A pesar de esta desaceleración que venimos viendo, aún tenemos un 40% del sector parado. Y seguimos con problemas serios en varias provincias para la normal circulación del transporte de cargas. Eso se suma a que por la pandemia, estamos trabajando a pérdida porque no se puede transportar cualquier tipo de carga, y eso hace que muchos camiones tengan que volver vacíos. No podemos negar que estamos muy preocupados por la situación en general”, explicó Hugo Bauza, presidente de FADEEAC.
Teniendo en cuenta que, dentro de la estructura de costos del transporte de cargas, los insumos de combustible y personal, suman dos tercios del total, se destaca el hecho de que en lo que va del año el precio del combustible no aumentó (bajó un 0,7%). Una situación opuesta a la que ocurrió en 2018, cuando a partir de la desregulación del mercado a partir de octubre de 2017 y con el alineamiento de los precios internos a los precios internacionales del combustible, se llegó al récord del ICTF de 61,5%. Es en ese sentido que, desde el Departamento de Estudios Económicos y Costos de FADEEAC, se sostiene que la inflación minorista no puede tener una diferencia muy grande con la evolución de los costos del transporte si el combustible internacional se mantiene en los niveles actuales en torno a los 40 o 42 dólares el barril.
Por último, por el lado del Índice de Precios al Consumidor (IPC), con un aumento acumulado de 11,1% en el transcurso de 2020 se destaca, entre los rubros de mayor incidencia en la inflación, alimentos y bebidas con una suba en torno al 16%, seguido por restaurantes y hoteles (13%), y prendas de vestir y calzado (18%).
Ambos indicadores, precios y costos, mantendrían una tendencia a la desaceleración, si no se producen cambios significativos en la política cambiaria y, también teniendo en cuenta el reciente decreto 543/2020 que congeló los precios de los servicios públicos hasta fin de año y a que aún se mantiene la política de precios máximos. A su vez, si el precio internacional del Combustible se mantiene en los niveles actuales continuará rigiendo en el mercado local el precio sostén de U$D 45.- (Decreto 488/2020), hecho que quita presión al alza de los precios del combustible, principal insumo del transporte de cargas.