Economía circular: “piensa globalmente, actúa localmente”

 |   4 de noviembre del 2019
Economía circular: “piensa globalmente, actúa localmente”

En el mundo actual, el modelo básico utilizado en la producción de bienes es lineal: los recursos naturales se extraen y se convierten en productos que se utilizan por un tiempo limitado, si bien algunos de estos artículos se reciclan, la mayoría eventualmente acaban en los vertederos de basura. Este método es cada vez más insostenible y costoso para las empresas. Según el World Economic Forum, los precios de los productos básicos aumentaron más del 150 por ciento entre los años 2002 y 2010, igualmente otros tres mil millones de consumidores de clase media se espera que ingresen al mercado global en el año 2030.

Esta demanda sin precedentes de bienes y servicios, junto con la creciente escasez de recursos naturales y la volatilidad de los precios, está provocando que las compañías pasen de un modelo tradicional de «extraer-producir-consumir-desechar» a una estrategia circular. Más allá del costo, a medida que vemos afectaciones en la sociedad y el planeta, existe el sentido de urgencia de una mayor conciencia del impacto en el medio ambiente.

Los principios de la economía circular son:

1. Conservar y fortalecer el capital natural.

2. Optimizar la utilización de recursos.

3. Fomentar la efectividad de los sistemas de producción y uso.

En síntesis mantener las materias primas libres de residuos y emisiones el mayor tiempo probable dentro de los ciclos económicos. Para ello, los artículos y materiales al final de su vida útil deben mantenerse en el nivel más alto posible de creación de valor de acuerdo con su uso original. Con la finalidad de realizar este modo circular de economía, es ineludible mejorar las cadenas de suministro y coordinar tanto el flujo de material como de información, además de los enfoques de diseño de productos hacia su reaprovechamiento.

El factor logístico

Las tecnologías de la información y la comunicación permiten la integración de todos los actores a lo largo de la cadena de valor y facilitan desarrollar nuevos modelos de negocios.

Por un lado, las empresas de reciclaje se convierten en proveedores de productos secundarios, componentes y materias primas de alta calidad, y por otro lado los fabricantes que compran estos materiales y ofrecen servicios de reparación o transformación.

Considero que una de las principales soluciones para que este cambio sea posible es la colaboración entre múltiples industrias y segmentos comerciales. Las empresas deberán comprometerse a examinar el funcionamiento interno de sus procesos de fabricación y sus cadenas de suministro identificando oportunidades de mejora.

Cada vez más las empresas buscan ayuda para implementar soluciones viables y sostenibles en sus operaciones. Los gerentes de responsabilidad social empresarial pueden estar seguros de que la economía circular será fundamental para su negocio en el corto plazo, pero es cierto que una de las barreras más importantes es el costo logístico asociado con la implementación de un cambio real.

La logística colaborativa desempeña un papel primordial en la economía circular, por eso es necesario invertir en la innovación de soluciones duraderas que ayuden a revolucionar los negocios y permitan a las empresas avanzar hacia la creación de cadenas de suministro circulares más sostenibles.

Por cierto, asociarse con proveedores de logística colaborativa será crucial en las empresas que implementen estrategias circulares rentables. Así mismo, es indispensable la participación de municipios y entidades gubernamentales encargadas del cuidado del ambiente para promover políticas que faciliten la implementación de proyectos.

Principales desafíos

Adaptando la solución. Las empresas que intentan implementar estrategias circulares enfrentan un desafío de «primera milla» cuando se trata de reutilizar productos y recursos para su uso futuro. Cada producto en la cadena de suministro de una empresa debe analizarse en función de sus características únicas, desde la materia prima hasta el final de la vida útil. La planificación circular puede utilizarse determinando la “reutilización adaptativa” de los artículos de consumo y bienes.

La educación es la clave. Para facilitar la construcción, aceptación y el respaldo de una economía circular, realizada tanto el sector público como el privado, deben priorizar la generación de una nueva cultura de los consumidores sobre los principios circulares, incluido qué productos pueden reutilizarse, reciclarse o actualizarse. Al ayudar a los clientes a tomar decisiones fáciles cuando terminan de usar un producto, podemos garantizar que los materiales valiosos no se desperdicien.

Todos tenemos un papel que desempeñar. Las empresas están invirtiendo en asociaciones innovadoras y creando soluciones más sostenibles, también existe la necesidad de que los clientes y consumidores aprovechen estas ofertas para que las inversiones puedan ser respaldadas por un sólido caso de negocios.

Una de las ideas erróneas que con frecuencia he escuchado sobre la economía circular es que será imposible de lograrlo. En mi opinión cuando las empresas invierten y colaboran en el desarrollo de cadenas de suministro más inteligentes es posible generar mayor rentabilidad además oportunidad para otros participantes, así la idea de una economía circular se puede transformar en realidad.

(*) El autor es Msc., Docente y Consultor de Logística (david@heuristica.biz)

 

 

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