Por: Ing. Eduardo Andino (*)
La última milla, también conocida como distribución capilar o entrega final, hace referencia al transporte urbano de mercancías, es decir, a la etapa final de la cadena de distribución.
La distribución de última milla, que puede ser realizada directamente por el comercio vendedor o por proveedores de servicios de logística, se ocupa del transporte de los productos hasta la entrega al destinatario final.
La distribución urbana de productos afecta directamente la región donde se realiza, no sólo en lo relativo a la economía local sino también porque genera un impacto directo en el tráfico, la contaminación y la seguridad vial. Por eso, muchas veces se habla de que la gestión requiere soluciones integrales que contemplen todos estos factores y no sólo los relacionados con el servicio ofrecido al consumidor final.
Sin embargo, la principal demanda de servicios de transporte proviene del comercio electrónico. En la actualidad, debido al contexto de pandemia y el incremento de la demanda de envíos de productos, son las tiendas electrónicas quienes enfrentan los mayores desafíos. Los comercios online son quienes tienen mayor interés en optimizar la logística de última milla, en lo referido a la rapidez, la efectividad y la rentabilidad.
Esto se debe principalmente a que la gestión de la última milla determina la experiencia del cliente, y por lo tanto su satisfacción, además de que las decisiones del área intervienen en los costos de envío que ofrece el comercio.
Hoy existen cuatro tendencias que marcan el ritmo de evolución de la logística de última milla:
– Las entregas localizadas.
Las empresas buscan cumplir con las entregas a nivel regional acortando la última milla. Para ello la correcta gestión del inventario es indispensable para cumplir con las demandas locales y mantener stock en las zonas implicadas.
– Las entregas flexibles.
Las entregas se realizan en el día y se ofrece al cliente la posibilidad de decidir cuándo, dónde y cómo se entregará su producto.
– La logística estacional
Relacionada con los días festivos y las promociones por tiempo limitado, como Navidad, Black Friday, Cyber Monday, etc. En estas fechas las empresas que se ocupan de la logística serán capaces de afrontar una demanda de grandes volúmenes de despachos a corto plazo y calcular los recursos adicionales necesarios para el periodo específico.
– La evolución de las tecnologías
Se refleja en los softwares de gestión logística que ofrecen la localización de los utilitarios y la georreferenciación de los clientes. También hace referencia a la utilización de algoritmos con inteligencia artificial para la creación de las hojas de ruta, algoritmos que contemplan multiplicidad de variables como las ventanas horarias, el peso, volumen, etc.
¿Qué aspectos influyen en la distribución urbana de mercancías?
Para comprender la complejidad del área es necesario conocer qué aspectos caracterizan y condicionan la distribución de última milla:
– El envío en áreas urbanas
Las calles cortadas, las calles con sentido único, el tráfico, las zonas de carga y descarga, los accesos restringidos, las normativas de tránsito y transporte. Todos estos factores, que son parte de la infraestructura de la ciudad, afectan a la distribución.
– La estrategia de distribución
Relacionado al número de destinos de clientes individuales, los tiempos de espera y de entrega, los horarios de recepción, el tamaño de la mercancía y cómo se gestionan.
– Los plazos de entrega reducidos
No solo los relacionados a la inmediatez del envío luego de realizada la compra, sino también los relacionados a las ventanas horarias cortas, donde el cliente solo se encuentra en el destino por un lapso de tiempo breve.
– Los gastos de transporte
Relacionados a las características de los vehículos empleados, al mantenimiento, las infracciones, el estacionamiento, el gasto de combustible, el kilometraje y la cantidad de paradas que demanda la entrega de última milla.
Estrategias para distribución urbana
Teniendo en cuenta las características anteriormente mencionadas, existen ciertas estrategias que los comercios pueden implementar para la distribución urbana de última milla:
– Evitar las zonas de afluencia
Toda región tiene puntos conflictivos o zonas de mayor tráfico. Es necesario eludirlas, teniendo en cuenta estas zonas en la planificación de las rutas de entrega para evitar los retrasos.
– Tener flota con transporte ágil
Buscar alternativas que se adapten a las entregas en zonas urbanas. Pueden ser vehículos particulares, motos y hasta bicicletas. Estas últimas, son muy utilizadas por las aplicaciones que ofrecen servicio de delivery.
– Emplear métodos de entrega alternativos
Ofrecer al cliente la opción de retirar el producto, en lugar de esperar a que el paquete llegue a su domicilio. Para ello es necesario que el comercio establezca alianzas con tiendas físicas o establecimientos como oficinas de correo o estaciones de servicio, o cuente con un local propio. Además, esta estrategia permite al comercio ofrecer valores diferenciales que se adapten a las necesidades del cliente.
– Diversificar proveedores
No concentrar todos los envíos en un mismo proveedor logístico, sino repartir la carga entre diferentes empresas de logística. Esta estrategia favorece la adopción de una tarifa diferencial y es una manera de prevenir que inconvenientes propios de la empresa logística afecten la experiencia del cliente y perjudiquen al comercio.
– Planificar las rutas de reparto estratégicamente
Sectorizar los envíos, establecer recorridos con distancias más cortas y mejorar la rapidez. Para ello los softwares de logística optimizan y planifican las rutas teniendo en cuenta estos factores.
– Emplear tecnología
No solo para planificar las rutas, asignar los recorridos y mejorar los tiempos de entrega, sino también para contar con información en tiempo real sobre el estado de los envíos y poder dar alerta al cliente en caso de retrasos o inconvenientes. Las empresas pueden aumentar su eficiencia operativa con herramientas como las que ofrecen los softwares de logística. Con un sistema de información la comunicación entre el cliente y el comercio será fluida. La empresa podrá contar con información sobre diferentes indicadores del negocio, lo que le permitirá tomar mejores decisiones y resolver cualquier imprevisto.
La demanda por parte de los clientes en zonas urbanas obliga a los comerciantes a rever sus sistemas de distribución y considerar nuevas estrategias. La última milla es y seguirá siendo uno de los puntos de contacto principales de la experiencia del cliente y un factor determinante en la rentabilidad del negocio. Es importante que los encargados de la distribución de última milla cuenten con sistemas de información que les permitan analizar indicadores en búsqueda de la mejora continua.
(*) Jefe de Producto en Persat.
Nota publicada en RevistA Énfasis Sudamenricana, edición mayo 2021. Ingresá aqui.
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