Por Hernán Sánchez. (*)
La pandemia por Coronavirus nos colocó frente a una nueva realidad a la que debimos adaptarnos rápidamente. Un escenario que parecía transitorio pero que duraría mucho más tiempo de lo imaginado y que cambiaría, como pocas veces ocurrió, nuestros hábitos sociales y de consumo.
En ese contexto, el distanciamiento social expuso el rol esencial de la logística. El efecto pandemia visibilizó a nuestra actividad como un factor fundamental de los procesos de abastecimiento de productos para la población y, en ese sentido, superamos las expectativas de la sociedad. Adicionalmente, la crisis por COVID-19 potenció la necesidad de servicios logísticos de mayor valor agregado al consumidor como, por ejemplo, las entregas domiciliarias.
Nueve meses después, podemos afirmar con orgullo que estuvimos a la altura de un momento histórico. En la crisis más grande de los últimos 100 años de Argentina, no existió ningún inconveniente relacionado con nuestra labor.
Como decimos siempre, la logística es un área de servicios transversal a la economía, con lo cual su situación se contextualiza dentro de las variables macroeconómicas. Pero como todo, tiene particularidades. Es muy difícil hacer un balance ponderado del sector, ya que hay empresas que estuvieron con niveles de actividad muy buenos y otras prácticamente paradas, en función del o los nichos de mercado en los que interactuaban. Por lo tanto, el balance es positivo si lo contextualizamos debidamente.
Por otro lado, la evaluación de CEDOL como cámara es altamente satisfactoria, tanto desde las gestiones con los gobiernos nacional y provinciales a la hora de ajustar medidas y definir protocolos de funcionamiento, como en el momento de gestionar en las empresas y con los gremios para proteger lo más valioso que tienen nuestros socios: el capital humano. En este sentido, nos sentimos también orgullosos del profesionalismo demostrado por todo el sector reunido en CEDOL.
Ahora, en tiempos de análisis y aprendizajes, podemos decir que los cimientos bien construidos dan frutos. CEDOL es una cámara con más de 20 años de existencia que aprovechó ese período para prepararse para momentos como éstos, en los que supo demostrar su profesionalismo y potenciar la importancia de un sector logístico sólido, que colaboró con su granito de arena para enfrentar una crisis sin precedentes.
Es importante destacar la solidez de las empresas, pero también es oportuno recordar que no hay organizaciones sólidas si no hay un sector firme y consolidado. Los operadores logísticos debemos trabajar en esa dirección para seguir sumando valor: hacer muy bien lo nuestro y colaborar con el resto.
Por supuesto, entre los desafíos, tendremos que seguir consolidando las buenas prácticas de mercado, fomentar la inversión en capacitación de nuestros colaboradores y en tecnología.
También será necesario adaptar algunos aspectos de nuestra actividad a la realidad del año 2021. Por ejemplo, es muy difícil entender por qué aún no contamos con una legislación que permita la digitalización de documentos. Que no podamos operar con remito electrónico es algo inexplicable que no hace otra cosa que aumentar los costos y las ineficiencias.
En resumen, durante 2021 volveremos a depender del contexto general de la economía, pero muchas de las prácticas que se consolidaron en la pandemia llegaron para quedarse y potenciarán a la actividad logística. Eso debería ser positivo para todos.
Por último, quiero compartir el siguiente vídeo que resume en imágenes de nuestro sector lo que vivimos en un año tan particular para todos.
(*)Presidente de la Cámara de logística especializada en distribución y transporte (Cedol)