Las medidas que anunció el gobierno brasileño para atenuar el impacto que la apreciación del real está generando en los industriales de ese país, fueron recibidas con gran preocupación por los empresarios argentinos, por las consecuencias que podría ocasionar en el comercio bilateral. Pero confían en las gestiones que puedan realizar los funcionarios argentinos para que, al igual que ocurrió con las licencias no automáticas en el rubro automotriz, el Mercosur quede excluido de decisiones como la que beneficia a las empresas brasileñas por sobre las del resto del mundo con una preferencia del 25% en el precio para las compras gubernamentales.
En el marco del Congreso Metalúrgico organizado ayer por la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) en las instalaciones de Parque Norte «uno de los grupos más afines al kirchnerismo», los empresarios del sector se mostraron inquietos y molestos por la actitud de Brasil, luego de las reuniones y gestos de buena voluntad de las presidentas Cristina Fernández y Dilma Rousseff la semana pasada, pero por otro lado admitieron que las medidas «son entendibles» y que además les sirve como argumento para defender luego las políticas de protección que aplica la Argentina y de las cuales se ven muy beneficiados. Así lo planteó el titular de Adimra, Juan Carlos Lascurain, quien consultado sobre el tema aseguró que «Brasil toma estas medidas contra China» debido a la invasión de productos asiáticos que el mayor socio del Mercosur está recibiendo a raíz de la fuerte apreciación del real. «Está muy bien que defiendan su trabajo como nosotros defendemos el nuestro», remató el dirigente.
Este fue el principal tema de discusión durante el encuentro que la mandataria y algunos de sus ministros tuvieron con nueve de los principales empresarios del país, quienes conformaron la mesa local del Consejo Binacional del Mercosur. Este órgano tendrá como finalidad discutir problemáticas referidas al comercio bilateral, como por ejemplo las medidas recientemente adoptadas por el mayor socio del Mercosur. Al respecto, el ministro de Economía, Amado Boudou, no se mostró alarmado, aseguró que «es lógico que aparezcan problemas» y afirmó que la decisión más polémica de priorizar a las firmas de Brasil por sobre el resto «todavía no es clara» en cuanto al tratamiento que se le otorgará al Mercosur. «Tenemos que sentarnos a negociar con los empresarios brasileños porque si no, ¿para qué fuimos la semana pasada a Brasil? De todas formas, hay que ver si las medidas son para el mercado internacional o también afectará a la región», afirmó el titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren. El empresario consideró que la favorable relación comercial de Brasil con la Argentina, y de las empresas de ese país que operan en terreno local, «no convalidan una protesta de la magnitud» que realizaron los hombres de negocios brasileños en los últimos días.
Fuente: Cronista
